Hay cocinas literarias que han brindado sus recetas, que las han publicado, que las han hecho circular, que se han incorporado al imaginario social.
Hoy esas recetas literarias han cerrado su ciclo. Están para leerlas, resignificarlas, releerlas y así sucesivamente. Pero nadie intentaría escribir en coincidencia con sus estilos. Kafka, Joyce y más, mucho más, brindaron sus relatos y el tiempo ( esa dimensión humana compleja ) fechó su desarrollo.
Ya pasó.
La narrativa cinematográfica puede ofrecer un producto que recree esos autores, esos estilos, esos relatos. Lo puede hacer y lo hace. Es así de simple.
Es una extensión en otro andarivel de las propuestas clásicas.
Memorias del subsuelo se llama Taxi Driver; El proceso se denomina El hombre equivocado. O sea: Dostoievski/Scorsese; Kafka/ Hitchcock.
Apunto: Alcibíades en El banquete de Platón/ Decadencia del imperio americano ( D. Arcand). En la misma obra platónica la escena final de Sócrates hablando con Agatón ( tragedia ) y Aristófanes ( comedia ) donde el primero ( Sócrates) establece que ambos construyen en el mismo sentido cuando abordan las apariencias/ Melinda y Melinda ( de W. Allen).
La caverna de Platón, anticipo de la sala de cine ( espacio ) se despliega en el tiempo abriendo el universo de directores y guionistas en la industria del cine.
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